Todavía quedan historias que contar de los lazos más fuertes del mundo. Historias cotidianas, pero fundamentales, porque son las que dan motor a nuestro actos más desinteresados. Porque, qué no harías por un hijo? Porque sólo por ellos aceptamos la incomodidad en nuestra vida cotidiana, sólo por ellos retrasamos nuestros propios intereses, por ellos sufrimos, nos preocupamos hasta lo indecible. Y todo por su felicidad, porque cuando ellos son felices nosotros también lo somos, y no como si fuéramos un espejo, sino como un cielo abierto después de una tormenta: pleno, sin nubes, lleno de vida...
Pero como siempre, me estoy enrollando y no os estoy presentando a los invitados de hoy! Hoy me acompañan Joan y Montse. Qué os puedo contar de ellos? Pues que tengo mucha suerte con mis invitados, porque siempre cuento con personas realmente especiales y ellos no son una excepción. Si yo te digo que Montse es esa clase de persona con la que quieres contar, con la que sabes que siempre va a estar ahí para lo bueno y para lo malo y a muerte, me puedes creer. Y encima, con un sentido del humor envidiable. Si yo te digo eso, os podriais hacer una idea de lo que puede llegar a hacer por el niño más deseado del mundo?
Así que Joan es realmente un niño con suerte. Y sabéis que? Que él también está a la altura, porque da tanto o más amor como recibe, y os puedo asegurar que es mucho.
Así que, aunque os podría contar muchas más cosas de esta pareja, no voy a seguir, porque a estas alturas Montse probablemente esté roja como la grana y enviándome rayos y centellas virtuales. Sin más preambulos os dejo con ellos:
Y ya sabes, que si quieres traer aquí tus vínculos más poderosos, sólo tienes que hablar conmigo!
Feliz y mágica semana
{Hada}Marina.
