miércoles, 9 de octubre de 2013

Bebés y mamás

Hoy os voy a contar una pequeña historia. De esas pequeñitas y cotidianas, de las mágicas de verdad, de las que me gusta contar y la razón por la que comencé a escribir el blog. Ahí va:

Hace poco tuve la maravillosa ocasión de hacer unas fotos a una mamá con su bebé. Fue una tarde muy especial. Por un lado, porque tuve la suerte de contar con 2 modelos geniales: sencillos, espontáneos, fotogénicos, naturales... 

Pero sobre todo, la verdadera razón de porqué os he traído hoy aquí esta pequeña historia, es porque esa tarde, en las 2 o 3 horas que pasamos juntos sacando fotos, fui testigo del Amor (si, con mayúscula) de una madre por su hijo, de la complicidad que se forma entre ambos en tan poco tiempo, de la ternura, de la alegría ante sus descubrimientos... tantas cosas, tantos sentimientos...

Me ha encantado estar a éste lado, del lado del espectador, de testigo privilegiado. Y he de confesar que también ha sido por un motivo un poco egoísta, ya que gracias a ellos, he rememorado mis propios sentimientos y sensaciones un tanto olvidados por el día a día... 

Os dejo una pequeña muestra de este tándem mágico:





Espero poder contaros dentro de poco otra historia como ésta, porque no me importaría nada, nada repetir la experiencia!

Feliz y mágica semana!
{Hada}Marina

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