Seguimos con la serie de posts dedicados a San Francisco. Y cómo se puede hablar de esa ciudad sin hablar del archifamoso Golden Gate? Es imposible!
San Francisco es una ciudad costera, volcada a la bahía por un lado y al oceano por otro, y con una visitante recursiva: la niebla. Viene desde el oceano y asalta la bahía en un abrir y cerrar de ojos. Se puede quedar en la ciudad como una manta que adormece los sonidos durante todo el día, o irse tan rápido como vino, descubriendo a su marcha un paisaje magnifico. Lo que está claro es que es un ser vivo, rápido o lento según el momento, que viene y que va pero siempre presente.
Pues bien, un día de estos en que parecía que la niebla nos iba a acompañar durante todo el día, decidió darse una vuelta por el océano y regalarnos un día maravilloso de sol. Así que en un instante, alquilamos unas bicis e hicimos la excursión que teníamos en la recámara para cuando fuera posible: recorrer la bahía hasta el Golgen Gate, atravesarlo e ir hasta Sausalito, un pequeño pueblo justo enfrente de San Francisco y volver en ferry.
Y fué un paseo maravilloso:
Las vistas de la ciudad por el camino son maravillosas...
Espero que os haya gustado!
Feliz y mágica semana
{Hada}Marina.
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